sábado, 22 de enero de 2022

Abrimos la tapa del baúl de... Dimas Tamurejo

La tranquilidad de tomar un café en una cafetería con el portátil, sin prestar atención a los ruidos de alrededor. Tenía ante mí la ficha que había preparado para la entrevista:

Dimas Tamurejo, graduado en Criminología e investigación privada. Ha publicado «Los asesinatos del complejo Brava» con Parnass ediciones y «Cronowoman», autopublicado. Ganador de varios premios literarios y hasta alguno de fotografía (investigar más este punto).

Miré por la ventana mientras imaginaba el momento en que nos encontraríamos al día siguiente. Un coche negro, de alta gama, se detuvo delante de la cafetería. El chófer abrió la puerta y salió un hombre con un traje impecable y unas gafas negras extrañamente modernas. Abrió la puerta del establecimiento y, ante mi sorpresa, se sentó delante de mí.

―Buenas tardes, Mario, soy Dimas Tamurejo.

―¿Cómo? Pero, pero, ¡si aún no le he llamado para concertar una cita!

―No te preocupes, ya sabía de la entrevista y el lugar en el que estarías. Tengo muy buena información ―dijo, mientras con el móvil enviaba un mensaje.

―Pues, ¡estupendo! Tengo algunas preguntas pensadas y seguro que me irán surgiendo otras que...

―Tampoco le des mucha importancia, ya sé lo que me vas a preguntar. Es que mañana me pillaba mal y pensé que podíamos adelantar la entrevista a hoy, que los dos tenemos tiempo.

―La entrevista para la que aún no le he llamado.

―Exacto.

―Esto es muy raro, pero no voy a desaprovechar la oportunidad.

―Perfecto. Dispara, que ya tengo preparadas mis respuestas.

En ese momento me detuve un momento para pensar. Cogí la grabadora y la encendí para asegurarme de no perder ni una palabra, y el bloc y un bolígrafo para ver si podía sorprender a este hombre en algún momento.


En «Cronowoman», Álex es una estudiante de informática que prepara una aplicación que ella misma sabe que es una chapuza. ¿Cuánto de autobiográfico hay en esto?

Cuando estudiaba en el colegio, en el instituto y en los ciclos formativos sufrí el llamado fracaso escolar, en más de una ocasión entregué proyectos y trabajos que sabía que no iban a ninguna parte. Quizás me apunté a cursos simplemente por seguir al grupo o en realidad hacía esos cursos por seguir el camino fácil y no arriesgarme.  

O tal vez, como pensaba la protagonista, me dejé llevar por los hilos de alguien que intentaba dirigir mi destino.

Muchas veces los escritores se dejan notas para que su “yo futuro” arregle algo que aún no se le ha ocurrido cómo escribir. ¿Hacías esto mientras escribías «Cronowoman»? ¿Esperabas que el Dimas del futuro te solucionase un punto flaco?

Le envío e-mails a mi yo del futuro constantemente, con ideas nuevas, historias que nunca verán la luz, frases y muertes épicas e incluso la lista de la compra. En WhatsApp tengo un grupo en el que estoy yo solo para recordarme todo tipo de cosas, desde la plaza de aparcamiento del centro comercial en la que he dejado el coche hasta una idea para empezar una saga de ciencia ficción. Creo que entre mis cientos de e-mails tengo perdidas la fórmula de la vida eterna y la fórmula matemática que permite los viajes en el tiempo. 

La verdad es que mientras escribía la novela pensaba que, tal vez si recibiera un mensaje del futuro, no me hubiera importado que un tal Dimas Tamurejo me hubiera enviado la novela finalizada, pero entonces, ¿qué tendría de divertido? Yo soy la suma de los acontecimientos y de lo que he aprendido en mi vida, escribir este libro me ha hecho evolucionar, me ha hecho ser quien soy ahora y me ha dado las herramientas necesarias para escribir más y mejor, espero.  

Respondiendo a tu pregunta, para resolver los puntos flacos me voy a dormir, a dar un paseo o le pregunto a mis amigos, familiares y conocidos qué opinan, y la verdad es que surgen ideas muy interesantes que pueden arreglarlo todo o crear una nueva paradoja temporal y/o literaria. 

Los viajes en el tiempo están a la orden del día en las películas y los libros. Sin embargo, la comunicación que tú describes es bastante novedosa. Frequency es similar pero la idea es al revés, comunicar desde el presente al pasado para cambiarlo, y con una tecnología mucho más antigua.

Soy un verdadero friki en todo lo referente a los viajes en el tiempo. Frequency es una película que me encantó, pero Cronowoman surgió con la idea de crear un superhéroe español o, en este caso, una superheroína de Barcelona. El tema de enviarse mensajes en el tiempo surgió al buscar un poder para la protagonista. Los poderes típicos de los superhéroes de Marvel y DC estaban ya muy trillados, por eso quise darle a Alex un gadget, tecnología como Batman o Ironman. El tema de los mensajes en el tiempo lo había visto en un documental de ciencia. Me pareció una buena idea ya que por ahora viajar en el tiempo es bastante complicado, pero mandar información a nivel cuántico, posible o no, ya se está investigando oficialmente en alguna universidad. 

Siguiendo con la tecnología, utilizas gadgets que existen y otros que podrían existir, lo que hace que se sienta mucho más creíble. ¿Hay algo que quisiste utilizar pero descartaste porque era demasiado futurista?

La idea la saqué de un artículo científico que hablaban de unas lentillas inteligentes para diagnosticar y tratar la diabetes.  Y esas lentillas ya me parecen por ahora muy futuristas. Estoy convencido de que en el futuro llevaremos las pantallas instaladas en las córneas o veremos las ideas en nuestra mente directamente cerrando los ojos. Seguramente llevaremos aparatos de comunicación implantados en nuestro cuerpo y, para bien o para mal, dejarán de existir las direcciones de correo y los números de teléfono, nos identificaremos por el ADN. En Cronowoman tuve la tentación de que la protagonista se aprovechara del futuro para llevar armas o gadgets de tecnología avanzada, pero no quise complicar más la novela, ni darle mucha ventaja a la protagonista, tenía que aprender a evolucionar empezando desde cero. Tenía que sufrir para ganar. 

La protagonista decide convertirse en una vigilante, una justiciera con vastos recursos gracias a sus conocimientos del futuro. Más adelante vemos cómo va separando su vida pública y su vida privada. Veo ciertos paralelismos con un superhéroe clásico, Batman. Quizá la oscuridad de su interior no es tan grande. ¿Qué relación hay entre estos dos personajes?

Mi intención era crear una superheroína más o menos seria y original. Si es que en un mundo de superhéroes puede haber seriedad. Y quería que Cronowoman pudiera competir con otros superhéroes de primera división. Por eso utilicé los clichés de los comics: identidad secreta, un familiar ausente como en Batman, Spiderman o IronMan, una ciudad a la que proteger… pero como tú bien dices la oscuridad de su interior no es tan grande como la de Batman u otros superhéroes, por ese motivo quise oscurecer un poco su alma a medida que avanzaba la novela para que Alex pudiera evolucionar. Y, efectivamente, teniendo en cuenta la facilidad que Alex tenía para conseguir beneficios económicos decidí hacer un homenaje a Batman y ofrecer a la protagonista un mayordomo a la altura de las circunstancias, Elvis. 

Hay otros personajes importantes en la historia. Siguiendo el paralelismo con Batman, me llama mucho la atención el personaje de Elvis. Sería el equivalente de Alfred, pero es mucho más activo en la trama. Sin embargo, su pasado es misterioso. ¿Qué nos puedes contar sobre él y su relación con Álex?

Efectivamente, Elvis es el rey, es uno de esos personajes que los escritores decimos que se nos rebelan. En un principio debía ser un guiño al mayordomo de Batman, como te comentaba antes, pero he de decir que el personaje tiene tanta fuerza que quizás sea el protagonista de una precuela, porque tiene mucho que ofrecer y explicar cosas que yo ni siquiera me puedo imaginar (todavía). Y hasta aquí te puedo contar.

Aunque «Cronowoman» trata de resolver todo crimen del que tiene noticia, hay un tipo de delitos (que no podemos nombrar) que es el centro de la trama principal. Eso la enfrenta con quien parece el villano de la novela. ¿Por qué decide centrarse en salvar a esas víctimas?

La protagonista recibe las noticias del futuro. Noticias que aparecen en los medios de comunicación cada día y las cadenas de televisión informan y se recrean en ocasiones con todo tipo de detalles. Información y datos que dan a nuestra protagonista la oportunidad de cambiar las cosas.  

Quizás cada uno de nosotros y nosotras debería preguntarse qué delitos y crímenes evitaría en primera instancia si tuviera la ocasión. Yo lo tengo claro y Cronowoman también. 

Ahora que estamos entre amigos, te diré que todo superhéroe que se precie debe tener uno o varios enemigos a la altura de las circunstancias. Y en el fondo, daba igual cuándo, dónde y quién, Cronowoman, cuando conoce al villano, en realidad acude para impedir un posible asesinato que parece un simple trámite. Sin embargo, se da de bruces con una trama que no esperaba… Pero cuando juegas con el continuo espacio-tiempo y con asesinos, encontrarse con un villano malvado, loco y letal sólo es cuestión de tiempo.

 [Dimas hace una pausa. Ha estado enviando mensajes todo el tiempo. Dice que sabe mis respuestas porque las ha recibido de su yo futuro. Y claro, para recibirlas alguien tiene que enviarlas... Por lo visto le ha gustado la última frase, que se la manda en un mensaje aparte.]

Pol es un personaje importante tanto con su presencia como con su ausencia. Cuando por fin lo conocemos ya hemos oído hablar mucho de él pero no sabemos casi nada. La suya es una trama subterránea, que parece tangencial, pero poco a poco se va desenrollando y vemos que es muy importante. ¿Ya sabías cómo acabaría todo o lo fuiste descubriendo poco a poco, al mismo tiempo que Cronowoman?

Me considero un escritor mitad brújula mitad mapa, sé dónde quiero ir, pero no tengo ni idea de cómo voy a llegar. Desde el principio tenía clara la evolución de la protagonista, pero no sabía cómo y por dónde iba a llegar a su destino. Pol apareció de forma premeditada, pero no sabía cómo terminaría la historia entre ellos. Sabía que su destino, para bien o para mal, era marcar el alma de Cronowoman. Sin embargo, cuando se conocieron, hicieron lo que les dio la gana. Siempre pensé que el autor tiene poder sobre sus personajes, pero con el paso de las letras y del tiempo, he descubierto que hay cosas que no se deben forzar, todo debe fluir. En resumen, no tenía ni idea de cómo acabaría todo cuando sus miradas se cruzaron. 

Creemos que sabemos cómo va a acabar el libro y de pronto hay un cambio radical, un golpe de timón que golpea al lector y le hace replantearse el libro entero. Esto complica mucho las cosas para la heroína, no solo en sus acciones sino también en sus emociones. 

En el camino del héroe, el protagonista antes de subir tiene que tocar fondo, el protagonista debe sufrir y mostrar sus emociones. Y yo estoy cansado de ver heroínas y héroes que nunca dudan, que todo lo pueden y nunca tienen miedo. Que son perfectos incluso en sus defectos. Quizás ese sea el destino de Cronowoman, pero antes de alcanzarlo tendrá que ganárselo a pulso. Me gusta pensar que todo el mundo puede ser un héroe, sólo necesita la preparación y el momento adecuado, pero siempre deberá pagar un precio. Y los cambios radicales y los giros inesperados me encantan. 

Se suele decir que cada uno es el héroe de su propia historia y que los villanos, en su cabeza, son los buenos. ¿Cómo crees que se aplica esto a los enemigos de Álex?

Incluso en la vida real todos sabemos cuándo estamos obrando mal. Quizás podemos racionalizar nuestras acciones o justificar nuestros actos, quizás para algunos el fin justifica los medios. Yo creo que, consciente o inconscientemente, todo el mundo es el villano de alguien en algún momento de su vida. Perdona que me voy por las ramas. 

En el mundo de los superhéroes, en el universo Cronowoman, los enemigos de Alex tal vez tuvieron una infancia difícil, o la vida les trató mal, o para ellos el fin justifica los medios, y por supuesto son unos supervivientes, pero por encima de todo los villanos tienen claro que son los malos de la historia y están orgullosos de serlo. Y, como en toda historia de superhéroes, por muy claro que tengan su papel los héroes y los villanos, el resto del mundo de ese universo no tiene claro quién es el bueno de la película.

[En este momento, Dimas se me queda mirando fijamente unos segundos y continúa sin apartar su mirada de la mía.]

Ahora yo te pregunto, ¿Si descubrieras que un amigo está cambiando la historia en su beneficio enviándose mensajes en el tiempo? ¿Le ayudarías? ¿Le pedirías ayuda?

 ¿Y si al utilizar la máquina perjudicara a un ser querido? ¿Qué harías? 

El final de la historia es al mismo tiempo cerrado y abierto. Por un lado, permite que el lector imagine lo que puede suceder a partir de ahí. Pero, por otro, te deja abierta una puerta inmensa hacia el futuro. ¿Has pensado en hacer una continuación de «Cronowoman»?

La idea principal era crear un superhéroe, un universo Cronowoman, con sus motivaciones y sus enemigos, pero con un final cerrado para no dejar al lector a medias. Me encantaría continuar con la historia, una precuela o una continuación, pero las paradojas temporales hay que tratarlas con cautela no fuera que tanto jugar con el continuo espacio tiempo haga implosionar el universo, o mucho peor, convertir la segunda parte de Cronowoman en un despropósito. 

Para terminar cuéntanos algo sobre lo que estás trabajando ahora.

En este momento estoy con la tediosa y absorbente promoción del libro y esperando los resultados de un concurso literario al que envié mi último proyecto: una novela negra sin ciencia ficción ni paradojas temporales, que en el caso de que no resulte ganadora seguramente autopublicaré. También me he apuntado a un curso de programación, a ver si consigo eso de enviarme mensajes al pasado… 

Y cada día, en cada momento estoy pensando en una nueva historia que contar…


―Bueno, creo que ya es suficiente ―dijo Dimas. Se levantó y, antes de irse, me dio la mano―. Ha sido un placer, Mario. Estaré encantado de volver a leer la entrevista cuando la publiques.

Acto seguido, se fue hacia el vehículo. No había pasado ningún coche de policía a poner una multa pese a estar en una de las calles centrales de mi ciudad. Salí detrás de él, llevado por un impulso, y alcancé a escuchar cuando el chófer le abría la puerta:

―Gracias, Elvis. Llama ahora a Álex y...

La puerta se cerró y el coche se alejó, dejándome confundido y con una gran historia que contar.



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Cronowoman se puede comprar aquí: «Cronowoman»





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