sábado, 9 de abril de 2022

Abrimos la tapa del baúl de... Juan Francisco Sánchez

  

La playa estaba vacía. El aire frío traía ondas de mar transparente hacia la orilla mientras yo paseaba por la arena. Me había citado allí Juan para nuestra entrevista pero por más que miraba yo no lo veía por ningún lado. Repasé mis notas:

Juan Francisco, lee desde siempre, se considera un contador de historias. «Alguien ronda la Playa de los Muertos» fue escrita en 2017 sin ánimo de compartirla pero su hermana la encontró, la leyó y le animó a publicarla.

 A unos doscientos metros había unas enormes piedras que parecían haber crecido junto al mar y me dirigí hacia ellas. Al rodearlas vi que había una toalla y una mochila. Miré de nuevo hacia el agua y vi que alguien se acercaba nadando. Me dio frío solo de pensarlo.

Unos minutos después, Juan estaba saliendo empapado del agua y secándose como si fuera verano.

―Debes de ser Mario, ¿verdad? ―me preguntó sonriendo.

―Sí. ¿No tienes frío?

―¡Qué va! Un auténtico sica... esto, escritor, sabe que hay que prepararse bien las historias.

―Ya veo, ya. ¿Por eso llevas un cuchillo atado a la pierna?

―Nunca sabes lo que puede pasar si no vas preparado. Hay quien dice que basta con llevar una toalla. A mí me gusta añadir el cuchillo.

―Entiendo. ¿Quieres que nos acerquemos al pueblo y tomamos algo?

Juan se secó, se vistió y bajamos en su coche hacia el bonito pueblo de Carboneras. Pedimos unos refrescos en un bar, saqué la grabadora, el bolígrafo y el bloc. Un camarero entregó una caja de bombones a un cliente del bar.


El libro comienza desde el punto de vista de un personaje que no deja lugar a dudas: ha asesinado a varias personas por encargo y lo ha hecho parecer un accidente. Es un profesional que no deja cabos sueltos. ¿Por qué empezaste la novela de esta manera?

En esta novela, como en la vida real, no hay personajes buenos (quizás alguno escapado por ahí, pero será algo fortuito): hay personajes malos y muy malos. Quería que el lector se enfrentara directamente con la cruda realidad de esta novela, una historia que va de asesinos a sueldo, pero de los que cuestan una buena pasta porque son capaces de borrar todas las huellas, de los caros. Hablo de sicarios «deluxe».

El desencadenante de la historia es la muerte de una familia con dinero: mujer, esposo y varios de sus sirvientes. El hombre es hijo de una marquesa con mucho dinero que desde el principio sospecha que hay algo turbio en todo el suceso. ¿Por qué cree que la conclusión de la policía no es correcta?

La marquesa conoce a la perfección a su hijo y su nuera, no entiende que un simple accidente sea capaz de borrarlos para siempre de su vida. Tiene dinero de sobra que nadie heredará; por tanto, se quiere asegurar. ¿Tiene razón al sospechar o es mejor atar todos los cabos? Una persona normal a lo mejor iría a consultar a un detective privado. Alguien con dinero por castigo quiere al mejor sabueso tras la pista. Eso es lo que hace la marquesa.

La forma de contar la historia es muy particular. Desde la perspectiva de la marquesa, vemos cómo la persona que contrata va poco a poco desenredando la madeja y viendo quién está implicado y por qué. ¿Qué dificultades encontraste a la hora de plasmar la historia de esta manera?

Te seré sincero, no me resultó difícil. Desde el primer momento tuve clara la novela entera en mi cabeza. La escribí pensando que así me gustaría leerla a mí. Tienes que pensar que este libro lo escribí pensando en un solo lector, yo mismo.

El investigador que contrata es un profesional que aplica la sutileza o la violencia según lo que determine cada caso. En la historia se indica que tiene pasado militar. Parece la otra cara de la moneda del villano asesino del principio. ¿Puedes contarnos algo de su historia? 

Si te lo contara, tendría que matarte. No, fuera de bromas, o quizás totalmente en serio (tómatelo por el peor lado, por la cuenta que te trae), conocer el mundo de los sicarios y de los asesinos a sueldo de nivel “Top” no es fácil, y si alguien lo consigue, como yo lo hice, sería muy difícil de asimilar. En esta novela solo explico un poquito de lo que en realidad envuelve a un universo difícil de creer y entender. Sólo puedo asegurarte que, desde que conocí las tripas de este mundo, cada vez que hay una muerte o accidente con alguien poderoso como víctima, me salta algo así como el instinto arácnido y me pongo a sospechar. Seguro que en más de una ocasión no me equivoco.

Durante el esclarecimiento del caso, el investigador debe realizar acciones cuestionables por iniciativa propia, y no dejar cabos sueltos. ¿Hasta qué punto la marquesa siente remordimientos por esto? ¿Los daños colaterales que aprueba no acaban por convertirla en algo parecido a lo que está persiguiendo?

A eso te puedo responder fácil. A la marquesa le importa el resto del mundo un comino. Como a todos los poderosos, solo le importa su círculo personal, te lo puedo asegurar. Ella quiere saber lo que le incumbe, los daños colaterales no suponen nada para ella si consigue llegar a la verdad que busca, lo demás estará bien.

Más adelante, la forma de contar la historia cambia de forma radical. Nos situamos en Carboneras, un pueblo de la costa levantina de Almería, donde parece sencillo perderse. Aquí se nos cuenta la historia de varias personas que van a vivir allí para aislarse del mundo. ¿Qué tienen los pueblos pequeños que aceptan a todo el mundo como si fuera un vecino de toda la vida?

El asesino se pierde en un pequeño pueblo de la Alpujarra, en Granada, luego se desplaza a Carboneras. Allí se recibe a cualquier turista como si fuera alguien de la familia, la gente de la zona es así de abierta, todo el que viene se sorprende de este recibimiento. Lo he vivido en primera persona y, por tanto, lo utilicé para mi novela. Es un sitio donde reciben a todo el mundo con los brazos abiertos y una sonrisa. Me planteé una cuestión. ¿Y si recibes al peor de los criminales como si fuese una buena persona? ¿Y si el lector también es capaz de equivocarse con sus juicios iniciales sobre los personajes? Por eso la segunda parte de la novela comienza desde cero, esperando que el lector descubra quién es el malo de esta novela, y quién es el más malo todavía.

La Playa de los Muertos es una de las más bonitas de España y es donde se desarrolla parte de la acción del segundo tramo del libro. ¿Por qué decidiste situar allí la historia? ¿La conoces?

No sabes lo que me gusta que me hagas esta pregunta. La conozco bastante bien. Vivo a un par de kilómetros de esta playa y de su entorno. Vivo en Carboneras, por eso conozco a sus habitantes y sé que reciben con los brazos abiertos a todo el que quiere acercarse aquí. Bien pensado, es un pueblo perfecto para perderse, no pilla de paso, para nada. Si estás en Carboneras no te pilla en ruta a ninguna parte, has tenido que tomar esta dirección a conciencia. Este pequeño pueblo cuenta con diecisiete kilómetros de playas casi vírgenes, donde la más conocida es la Playa de los Muertos y, sin embargo, los habitantes de la zona disfrutan del resto de playas con el mismo agua cristalina y más cercanas, si me lo permites. Es un destino final, por decirlo de alguna manera. Me parecía un escenario perfecto para el final de esta trama.

Cuando se acerca el final vamos de una sorpresa a otra y a otra más grande. En gran medida, esto es así porque juegas con los prejuicios de la gente. ¿Era esa tu idea desde el principio o surgió más adelante?

Yo no he seguido un curso para escribir, ni nada parecido. Antes de escribir una letra de un relato, me da igual si es corto o largo, tengo que tenerlo completo en mi cabeza, trama, argumento, nudo y desenlace, no debe faltar nada. De manera que puedo asegurarte que antes de poner un dedo en el teclado, tenía claro todo lo que pasaría en la historia.

¿Crees que la última parte del capítulo final podría haber acabado de manera sangrienta en otras circunstancias?

Lo siento por el lector al que le gusten las historias gore o sangrientas. No es el tipo de lectura que me gusta, por tanto, no pensé nunca en meter más sangre de la estrictamente necesaria. Entiendo que haya lectores que piensen que más vísceras estarían bien pero para mí hay la justa. ¡Qué voy a decir!

En todas las historias debe haber un villano. En tu historia, sin embargo, no está claro quién lo es. ¿Hay alguien inocente?

Quiero creer que sí, y muchos lectores han encontrado a ese personaje inocente. Sin embargo, han conocido y «querido» a ese personaje malo y canalla que les ha llegado al corazón y convencido, aun sabiendo que es mala persona.

Se suele decir que cada uno es el héroe de su propia historia. ¿Creen todos estos personajes que son los buenos desde su punto de vista? ¿O aceptan su condición de malvados sin remordimientos? 

Me hace gracia esta pregunta. Hay personajes buenos que no saben muy bien su condición frente al lector. Un personaje intrínsecamente malo lo tiene muy claro. Sabe que es malo. No lo duda, aceptan que son los malos de la historia y no esperan ni comprensión, ni cariño. Sin embargo, sé que muchos lectores se han encaprichado del protagonista de esta novela porque, de una forma u otra, han comprendido y asimilado sus motivaciones, por extrañas que sean. Para esos lectores, quiero decirles que estoy escribiendo otra novela con este mismo protagonista. No sé cuándo la terminaré, aunque sí puedo deciros que tengo ya 26 capítulos escritos y que detallo, mucho más que en la primera, cómo trabaja un sicario «deluxe».



De pronto se oyó un chirrido y un golpe. Había habido un accidente fuera. Todo el mundo salió a ver lo que sucedía menos nosotros.

―¡Vaya, espero que no haya sido grave! ―dije.

―Eso no ha sido un accidente ―respondió Juan, con tono grave. Se levantó y apuró el refresco de pie―. Creo que vamos a tener que terminar aquí.

―Bueno, creo que tengo material. ¿Ha sucedido algo?

―Voy a hacer algo de limpieza. No puede haber dos gallos en el mismo corral, ¿verdad?

Juan se alejó hacia su coche y salió haciendo ruedas. Yo me quedé pensativo un momento mientras miraba hacia la caja de bombones, de la que salía el pico de un papel blanco. Me levanté y me dirigí hacia mi coche.

Antes de irme eché un vistazo en los bajos. Nunca se es demasiado precavido.




¿Dónde puedes encontrar a J. F. Sánchez?

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Twitter de personajes:

Padre Ramón

Protagonista de la playa de los muertos



Si te interesa comprar su novela, puedes hacerlo aquí: «Alguien ronda la playa de los muertos»



2 comentarios:

  1. Muy interesante.

    Apetece leer una novela que se sale de los temas ya muy trillados, buena entrevista

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    1. Muchas gracias! Te invito a darte una vuelta por aquí, hay muchas cosas interesantes

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